Impresionante. No hay palabra que defina mejor esta vivienda proyectada por Joaquín Torres y Rafael Llamazares, responsables del estudio de arquitectura A-cero (www.a-cero.com).

Veámosla en detalle.

La vivienda ha sido proyectada en forma de arco o chaflán para adaptarse al terreno. Las laderas más exclusivas de Altea Hills están marcadas por grandes desniveles, pero A-cero los ha afrontado de la mano de un cuidadoso manejo de los volúmenes y la geometría.

La propia arquitectura de la vivienda, de un marcado carácter horizontal, pretende abrazar el paisaje, introducir la costa hacia el interior de la vivienda a través de grandes paños de vidrio y amplias zonas exteriores continuas que otorgan movimiento al conjunto.

El acceso viene marcado por un volumen cúbico, conectado por un puente volado al exterior de la vivienda. El acceso a esta vivienda puede realizarse tanto por la planta de acceso, en lo alto de ésta, como por planta sótano donde se sitúa el acceso rodado de vehículos que conduce al garaje.

La vivienda se integra en el entorno natural, se adapta a un terreno que presenta una acusada pendiente. La vivienda se integra en la Naturaleza, y la Naturaleza en ella gracias a las cubiertas ajardinadas que pueden observarse desde el exterior.

Los acabados de la fachada han sido realizados en hormigón enfoscado en color blanco en su mayoría, pero con zonas con toques oscuros. Del mismo modo, también se ha utilizado un acabado en piedra para distinguir el nivel inferior. Este muro de piedra se ve interrumpido por la piscina, que comunica visualmente con el paisaje y la costa gracias a un panel de vidrio.

En la primera planta se han creado cubos de vidrio negro en la fachada arropados por un volumen inclinado de hormigón con acabado enfoscado blanco. Los amplios ventanales permiten introducir la propia arquitectura de la vivienda dentro de ésta.

En la planta baja y en la planta alta observamos unos voladizos que dan movimiento a la fachada. En su conjunto se observa un cuidadoso manejo de los volúmenes y la geometría. Las zonas exteriores se conectan formando un nexo entre las alas de la vivienda.

VISTA INTERIOR

El interior cuenta con amplias zonas comunes, como el salón comedor de más de 140 m2, de gran riqueza espacial, que se comunican con el exterior y sus magníficas vistas gracias a los paños de vidrio antes mencionados. El interior comparte el contraste de los acabados de la fachada. El color blanco es el protagonista, buscando la continuidad en los espacios.
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